Los pueblos bárbaros
Si hay una cosa que no soporto de la Europa actual es el supremacismo de los países del norte sobre los países del sur. Este supremacismo viene de algunos siglos atrás, nacido con el protestantismo, llegando hoy día a sus niveles máximos históricos debido a las crisis económicas que “casualmente” azotan más a los países del sur que a los protestantes, y entrecomillo la palabra “casualmente” porque realmente esto no pasa por casualidad, pero su explicación sería demasiado extensa para tratarla aquí.
Por si alguien no lo sabe, es común en estos países del norte llamarnos “PIGS” a los países del sur, palabra que en inglés significa “cerdos” y que se forma usando la “P” de Portugal, “I” de Irlanda y de Italia, “G” de Grecia y “S” de Spain (España). Estos países tienen en común que en vez de abrazar el protestantismo como ellos, siguieron siendo católicos.
Serían numerosos los avances que la humanidad experimentó gracias a estas regiones y sus habitantes, desde los filósofos griegos, hasta los avances en navegación españoles, pasando por el arte clásico de Grecia y Roma, por el renacimiento italiano, los humanistas o el siglo de oro de las letras español.
Es curioso que durante estos siglos, los pueblos que hoy día habitan el norte de Europa y de los que estos países supremacistas de hoy son sus descendientes, eran conocidos como pueblos bárbaros, porque allí poco más se daba que la barbarie. Pocas cosas relevantes podrás encontrar en la cultura, arte o las humanidades de estos pueblos durante mil años en comparación con lo que surgió simultáneamente en el sur de Europa. Por mucho que hoy día nos quieran idealizar a los Vikingos, no eran más que un pueblo saqueador, que basó su manutención en ir pueblo a pueblo por la costa saqueando a los lugareños de otras regiones. Tal era su afán saqueador que llegaron hasta la mismísima Sevilla en el año 844 d.c. navegando el Guadalquivir río arriba. Por si fuera poco, se conoce que practicaban rituales con sacrificios humanos, algo casi inaudito en el resto de pueblos del continente europeo. Pero ahí están hoy día, en un proceso de heroicificación (no estoy seguro de que exista esta palabra pero seguro que la entendéis), resaltando su valentía y su no sé qué más en numerosas series de ficción, porque claro, son sus antepasados, no pueden ser bárbaros sin más.
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