Benditos años 60’

   Serán muchos los que al pensar en la década de los 60’ del siglo pasado, lo primero que se les venga a la cabeza será el movimiento “hippie” de aquellos años, pero todo esto tiene un trasfondo que es el que quiero analizar en esta entrada.

   Hasta ese momento, las juventudes siempre habían vivido a la sombra de los padres. Fueron numerosas las guerras que tuvieron que vivir, donde los primeros que mandaban a combatir en ellas eran miles y miles de jóvenes, que siguiendo las órdenes de líderes mayores morían por cientos de miles en cada una de ellas. Estos líderes eran los Stalin, Kennedy, De Gaulle, Churchill, Franco o Hitler de turno. En aquella época era total el culto al líder viejo y la obediencia al mayor era la norma general entre estas generaciones de jóvenes.

   Pero llegaron los años 60’ y aquí se produjo un cambio social, moral y político. Lo que los jóvenes de aquella época (sobre todo en EEUU) hicieron fue una auténtica rebelión contra los dogmas establecidos y contra la noción de autoridad gubernamental. Esta rebelión, hizo temblar los cimientos del capitalismo. Fue un frenesí libertario de drogas alucinógenas y sexo libre que atentó contra las bases de la sociedad más conservadora del mundo, desde donde comenzó al expandirse a resto de occidente. 

   El resultado podemos apreciarlo en la mayor generación de grandes músicos de la historia, algunos de los cuales como John Lennon con su All we are saying is give peace a chance (todo lo que pedimos es que le den una oportunidad a la paz), encabezó movimientos por la paz en contra del Estado, que acabó con la retirada de EEUU de la Guerra de Vietnam en la década siguiente.

   Lejos de lo que cabría esperar, los países comunistas no celebraron esta implosión del capitalismo provocada por jóvenes universitarios, porque lejos de lo que los comunistas de hoy nos quieren hacer creer hablándonos de ídolos revolucionarios, de rebelión de las clases sociales de abajo y de libertarismo, el comunismo siempre ha sido control social férreo, omnipotencia del Estado y campos de concentración para el disidente, así que ante la amenaza de contagio hasta sus fronteras, su respuesta fue la burda denuncia de estos movimientos como decadentes, anárquicos y promovidos por pequeño-burgueses manejados por la derecha, temerosos de que el surgimiento de algo así pudiera poner contra las cuerdas al Estado.

   Da cierta envidia, mirando al pasado, lo que fueron capaces de hacer estas generaciones de jóvenes que hoy día son nuestros abuelos, más aún si miramos a las generaciones de jóvenes posteriores o incluso las de hoy día, las cuales ni siquiera han sido capaces de algo así ni con las graves crisis que les ha tocado sufrir. Hoy día, para ellos es más importante su número de seguidores en Instagram o sus likes en TikTok, lo que hace perder toda la esperanza a uno de que pueda salir nada positivo de una generación así.