Lo que el mundo debe a Italia

 

  Todo el que me conoce de cerca, sabe de mi pasión por las artes en todas sus formas. Música, pintura, escultura, cine, escritura o arquitectura, variantes en las que he indagado en su historia, bebiéndome libros desde pequeño y empapándomei de ellas, siendo inevitable que tarde o temprano acabase escribiendo algo en mi blog sobre Italia, el país que más ha aportado a las artes en general. Pretendo que valga esta entrada como forma de agradecimiento a una nación, de la que todo lo que ha salido es de una belleza tan perfecta y sencilla que enamora.

   Lo primero que se le viene a todo el mundo a la cabeza al pensar en Italia es la antigua Roma. Podría pasar la entrada completa hablando de ella, pero mi intención como siempre que escribo, es centrarme en otros periodos menos conocidos pero igual de interesantes. La influencia del arte clásico típico de Grecia y Roma se puede ver hoy día en numerosos edificios de todo el mundo, como el Capitolio en Washington, la Catedral de San Pablo en Londres, La Casa Blanca o el edificio del Congreso de los Diputados aquí en España, son algunos ejemplos entre miles más repetidos por todo el mundo.


   Lo que poca gente sabe es que todo esto se lo debemos a uno de los mejores y más influyentes arquitectos de todos los tiempos, el italiano Andrea Palladio, el cual estudió estos edificios en Roma y comenzó a diseñar y construir palacios y villas por Italia en el siglo XVI. Palladio puede ser el arquitecto más copiado de la historia. Retomó un milenio después aquel estilo para desde su Véneto natal devolvérselo al mundo, extendiéndose por toda Europa y desde EEUU hasta la Rusia Imperial, India, China o Australia. Su estilo es el origen del neoclasicismo y existen cientos de edificios patrimonio de la humanidad basados en él. 


RENACIMIENTO 
  Algunos de los monumentos más impresionantes que tenemos en España como son El Escorial en Madrid, el palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada y hasta una buena parte de la Catedral de Sevilla, están basados en este estilo. 


   Todo se lo debemos a un italiano llamado Filippo Brunelleschi, que en la Toscana italiana dio inicio al Quattrocento. La cúpula de la impresionante Catedral de Santa Maria del Fiore en Florencia, fue el punto de partida de este estilo que desde Italia una vez más, se extendió al mundo entero.


BARROCO
   Hay una iglesia en Roma a la que poca gente suele prestar atención. Se trata de San Carlo alle Quattro Fontane y es obra de un cantero llamado Francesco Borromini y es punto de partida del Barroco. Fue él junto a Bernini (del que hablaré luego) quienes a principios del siglo XVII parieron este estilo para regalárselo al mundo.


   En España es el estilo que ha triunfado por completo entre todas las iglesias del país, que no es poco. Entre las más conocidas encontramos la Catedral de Cádiz, la iglesia de El Salvador en Sevilla o la Catedral de Santiago de Compostela.


   Literalmente no existe ciudad en Europa o país en el mundo sin edificios o monumentos basados en alguno de estos estilos. Todos son patrimonio de la humanidad y todo ello se lo debemos a Italia, país que siempre estuvo a la vanguardia en innovación y arte, al cual le debemos nuestro patrimonio tal y como es.

ESCULTURA
  En España hemos tenido buenos escultores, prueba de ello son Mariano Benlliure, Martínez  Montañés, Castillo Lastrucci o la escultora conocida como La Roldana, pero sin duda alguna, la élite en estas artes fue italiana, cuyas obras quedan a años luz de la producción de cualquier otro país. Fue Miguel Ángel él único capaz de esculpir el David de una sola pieza en un bloque macizo de mármol blanco de las minas de Carrara. La cantidad de escultores y obras es tan amplia como su arte. Para gusto personal me quedo con Gian Lorenzo Bernini, pero me parece igual de impresionante ver cómo de un bloque de piedra, creó una estatua con velo “transparente” Antonio Corradini o las redes esculpidas en mármol de Francesco Queirolo. Juzguen ustedes mismos:




PINTURA
   Aquí sí es más notable la producción española, donde podemos encontrar una calidad artística de las mejores del mundo, pero una vez más, tenemos que irnos a Italia para encontrar a los grandes maestros, camino que ya recorrió hasta en dos ocasiones y pasando allí varios años de su vida estudiando, el que quizás sea el mayor pintor español de todos los tiempos, el sevillano Diego Velázquez. Cualquiera que haya visitado el Museo Del Prado o el palacio de El Escorial, habrá comprobado la cantidad de obras de pintores italianos que tenemos en España y es que, nuestros monarcas de la época imperial fueron grandes coleccionistas de arte y en aquella época, el arte estaba en Italia. Tiziano, Tintoretto o Da Vinci son algunos de los nombres más reconocidos, pero por encima de todos sobresale el mayor genio de la historia, Caravaggio, del que todos los demás fueron a aprender.



   Todo lo narrado hasta ahora, salió de Italia en un periodo de poco más de 200 años y cambió el mundo para siempre. Quizás alguno se pregunte que cómo es posible para un país realizar algo así en tan poco tiempo de su historia, y el motivo está bastante relacionado con España. Justo todo aquel periodo, más de media Italia pertenecía al imperio español, por lo que los tercios españoles y nuestra Corona se preocupaban por salvaguardar sus fronteras sin que tuvieran los italianos de entonces que preocuparse más que por vivir bien, sin guerras que arrasaran poblaciones ni vidas humanas; ni preocupación alguna de ser atacados, por lo que dentro de esos territorios pudieron proliferar de este modo tan esplendoroso las artes. Se puede decir que de la simbiosis entre ambos países, Italia y España, nació el arte más hermoso que ha conocido la humanidad.

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